A nivel personal, mis recuerdos de las clases de historia no son muy agradables. Aunque algunas fueron interesantes, en general, la enseñanza que recibí estuvo basada en el adoctrinamiento del humanismo, con relatos alterados, manipulados, exagerados y otras distorsiones.
¿Por qué debemos preocuparnos por la historia entonces? Como dijo Salomón, «como es el hombre en su corazón, así es él». La historia nos da una idea de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Nuestras vidas se guían por el relato o la versión que manejamos, por lo que es importante ser conscientes de las tres versiones principales de la historia.
La primera es la versión existencialista, donde «cada uno define lo que es bueno o malo». Esta versión dice que eres responsable de tus propias acciones, pero su verdadero significado es que, si no hay Dios, «te haces a ti mismo».
La segunda es la versión griega cíclica, que sostiene que todo lo que ha ocurrido volverá a ocurrir, y que, por lo tanto, ¿para qué esforzarse si «lo que sucederá, sucederá»?
La tercera es la versión comunista, donde la «lucha de clases» es fundamental para avanzar. Pero, ¿cómo viven quienes creen en esto? ¿Qué valores muestran? En América, nos han contado durante décadas algunas cosas que vale la pena revisar.
Conocer la historia y comprender las diferentes versiones nos permite tener una perspectiva más amplia y crítica de los eventos, y nos ayuda a tomar decisiones informadas y conscientes en el presente.

| 3 Mitos Persistentes Sobre las Poblaciones Indígenas Precolombinas: 1. «Ellos eran pacíficos». A pesar de que muchas personas sostienen la idea de que las poblaciones indígenas precolombinas eran pacíficas, la verdad es que esta afirmación es completamente falsa. Solo basta con mirar algunos ejemplos históricos para darse cuenta de ello. Por ejemplo, el imperio azteca solía sacrificar a miles de personas cada año en rituales grotescos, en su mayoría tomadas de tribus rivales contiguas. Por su parte, en la isla de Hispaniola (hoy en día República Dominicana y Haití), existían los Caribes (o Cannibs), una tribu belicosa que practicaba la antropofagia y de la cual se deriva la palabra «canibalismo». Es importante desmentir estos mitos persistentes para tener una visión más precisa y realista de la historia de las poblaciones indígenas precolombinas. 2. «Estas eran sociedades altamente desarrolladas y avanzadas» Este mito ha sido desmentido por la evidencia arqueológica y antropológica. A pesar de que las culturas precolombinas en las Américas crearon monumentos impresionantes y tecnologías innovadoras, no se pueden comparar con el nivel de desarrollo de las sociedades europeas, asiáticas y africanas en ese momento. La mayoría de las poblaciones precolombinas dependían de la agricultura de subsistencia y no habían desarrollado sistemas económicos sofisticados, como el comercio a gran escala o la banca. Además, la falta de herramientas de hierro limitó su capacidad para construir estructuras duraderas, herramientas y armas más efectivas. La falta de escritura y sistemas educativos complejos también dificultó la transmisión del conocimiento y la ciencia. En resumen, aunque las culturas precolombinas hicieron importantes contribuciones a la humanidad, no pueden ser consideradas como altamente desarrolladas y avanzadas en comparación con otras sociedades en el mundo en ese momento. 3. «Todos los indios precolombinos lucharon para repeler la llegada” En relación a la llegada europea a América, algunas investigaciones sugieren que no todos los pueblos indígenas resistieron la llegada de los europeos. Según la opinión de la experta Elvira Roca Barea, la cultura azteca se basaba en un sistema totalitario y sangriento que involucraba sacrificios humanos. Los aztecas realizaban festivales donde sacrificaban a miles de personas, lo que generaba terror en las tribus vecinas que vivían bajo su dominio. La llegada de los españoles puso fin a esta práctica, aunque se logró gracias a la colaboración de muchas tribus indígenas. Cortés y su pequeño grupo no habrían logrado vencer a los aztecas sin la colaboración de pueblos indígenas como los tlaxcaltecas y los totonacas. La conquista de América no solo fue una cuestión militar, sino que también involucró una alta diplomacia para conseguir la colaboración de las tribus indígenas, según señala Powell en su libro «Imperiofobia y leyenda negra». En otros casos como el de Colón en Hispaniola, fue la alianza con los nativos taínos lo que permitió su éxito. En el norte, los puritanos ingleses también lograron sobrevivir gracias a la alianza con los nativos americanos, y posteriormente establecieron centros educativos donde se enseñaba a leer y escribir a las poblaciones nativas. |

Deberíamos reflexionar sobre la llegada de la Europa Cristiana a las Américas precolombinas sin caer en posturas extremas. Es cierto que se dieron casos de injusticia y abuso, pero también es verdad que cuando dos civilizaciones chocan, esto es común. En cambio, la historia debe presentarse de manera imparcial, sin favorecer a una parte u otra. La Biblia es un ejemplo de esto, ya que presenta tanto las fortalezas como las debilidades de sus protagonistas y muestra cómo Dios cumple su propósito incluso a través de los más malvados tiranos. Si nos empapamos de esto, podremos vivir una vida de fe, esperanza, compromiso y perseverancia en lo bueno, lo que es esencial en nuestra sociedad actual. Es momento de aprender y desaprender con valores.
Rey Cortez.
Presidente del Partido Valores.

Referencias:
- Existencialismo:
https://tinyurl.com/2oxzm66m - Visión cíclica de la historia:
https://tinyurl.com/2ge45qje - Versión comunista de la historia:
https://tinyurl.com/2zuasehdhttps://tinyurl.com/2oq8kyrohttps://tinyurl.com/2oolzcyu - Artículo de la historiadora Elvira Roca:
https://tinyurl.com/2p5jwtlv
