Un nuevo paradigma para el movimiento Pro-Vida

Si hay algo que es innegable en cuanto al desarrollo de los movimientos sociales ha sido el del movimiento pro vida. Grandes pensadores del pasado, incluyendo teólogos como Juan Calvino, se han expresado al respecto, pero el nivel de organización e influencia a nivel internacional que han alcanzado es, como dije antes, innegable y encomiable. Desde que surgió en 1973 a raíz de la aprobación del aborto en EE. UU., han logrado retroceder leyes, cerrar centros de aborto y persuadir a líderes de ese negocio como Bernard Nathanson y la misma Norma McCorvey, figuras históricas y en el caso de Norma, una figura clave para la aprobación del aborto en EE. UU.

El movimiento y la filosofía provida han sido y son importantes. Su base principal, aunque no todos lo expresan así (pues hay integrantes de todas las religiones e incluso ateos provida), es uno de los Diez mandamientos: “No matarás”. Con el tiempo, se ha integrado la investigación en cuanto a ética, biología y genética que ha dado soporte vital y fuerza a la declaración bíblica. Pero, ¿sabías que es posible que aún estemos muy lejos del verdadero potencial que podamos lograr? ¿No hay más aún de la capacidad de hacer excelentes películas, influir en políticos de gran peso, evangelizar a gente proaborto, orar frente a centros de aborto, hacer campañas en redes sociales, marchas multitudinarias e incluso hacer retroceder leyes como Roe versus Wade? Tal vez, pero si hay más, ¿qué hay?

Aunque la respuesta es un rotundo SÍ, que debería ser obvio ¿Por qué la pregunta anterior es importante? ¿Qué más se puede lograr? Baste un ejemplo para abrir los ojos respondiendo ¿En cuánto tiempo se produjo la forma más abierta y descarada de aborto en Argentina? ¿No fue en horas y con fecha cuidadosamente seleccionada, es decir, 28 de diciembre de 2020, día de los santos inocentes? ¿Qué pretendo decir? Dos cosas: TODOS ESOS ESFUERZOS ANTES MENCIONADOS SON SUPERFICIALES E INSUFICIENTES. ¿Qué es lo que falta? Falta que el movimiento provida tome la decisión de ingresar a la política, y por favor, entiéndase por política la participación y presencia en la asamblea legislativa para, no solo en la creación y derogación de leyes justas, basado en la ética judeo-cristiana del servicio “Entre ustedes…el que quiera ser mayor…que sirva” (Mateo 20:26-28).

Indudablemente, esto generará un choque a primera lectura, puesto que es de sobra conocido cuán desprestigiada está la política, no por sí misma o porque sea «sucia» como afirman muchos, sino a causa de confundir política con politiquería y que esta última es la que predomina en nuestras naciones. Pero la solución a la degeneración de un área no es el abandono sino la recuperación de esta.

Desde hace mucho tiempo se ha abandonado el campo de la política, es tiempo de que los buenos asuman esos puestos que jamás debieron ser abandonados… en mi próximo editorial ahondaré en estrategias útiles para dar este paso polémico pero trascendental y que hará diferencias de formas permanentes, por hoy, valga decir que debemos aprender y desaprender sobre política y eso implica involucrarse con equipos políticos serios y claros en cuanto a valores y entendimiento de política… y si no los hayas, habrá que crearlos… pero que hay que involucrarse. ¿No es este un nuevo paradigma en el que debemos involucrarnos para ser providas, plenos?

Rey Cortez.

Presidente del Partido Valores.

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