Segunda Parte.
En la primera parte de «Un nuevo paradigma para el movimiento pro-vida» hablé muy ocasionalmente de sus orígenes y aportes nobles y crecientes, desde 1973 cuando se organizaron como respuesta a la reciente aprobación del aborto en EE. UU. Sostengo que han hecho un buen trabajo, creativo en todas las áreas de la sociedad, pero INSUFICIENTE, y prueba de ello fue el revés que sufrieron intentando detener la ley pro-aborto el 28 de diciembre de 2020 en Argentina. El aborto fue aprobado con rapidez pasmosa sin que las multitudinarias marchas hayan hecho mella… Más bien, el presidente Alberto Fernández se dio el lujo de elegir el 28 de diciembre, fecha en que se celebran a los niños inocentes, para aprobarlo con la más vil burla.
¿Qué es lo que falta a este movimiento para que manifieste todo su potencial y expanda sus valores de forma adecuada y permanente? Falta el involucramiento en política, TENIENDO CLARO que lo que tenemos hoy en nuestros congresos NO SON POLÍTICOS sino politiqueros, oportunistas, vividores, manipuladores que no dudan un segundo en tomarse foto con cualquiera, hacer las declaraciones populares que sean… y poco después negarlo todo aunque hayan sido grabados.

Participar en política implica un arduo pero valioso trabajo de desaprender y aprender lo correcto respecto a este tema a través de autores serios como John Locke, Abraham Kuyper, Ron Paul, Calvino, Margaret Thatcher, etc. Son ejemplos de autores que profundizaron y participaron en política con ciencia y ética judeocristiana. Pero aún si lo tenemos claro, es imprescindible aclarar que participar en política tampoco implica exclusivamente que debas ser un candidato, ni otros tampoco sugiero, como hacen, dar un papel redentor a la política como tal. Se puede ser financista, promotor, teórico de la filosofía del equipo y propuesta política, gestor de fondos y relaciones y alianzas con grupos afines, etc.
En el caso de llegar a ser un candidato, vale decir, incluso con la gente más noble, será un estrepitoso fracaso si ese pueblo en general no está educado. ¿Sabes que tan bajos son votados los candidatos provida? Por otra parte, un pueblo entero provida podría ser representado por el peor de los politiqueros. ¿O no sucede esto en nuestras naciones que se enorgullecen de decir que los cristianos católicos y protestantes son la mayoría? ¿Ha sido esa «mayoría» una barrera contra el aborto o hay creyentes votando por esa misma gente? ¿Lo captas? Sabes de qué hablo. Es válido decir también que hay precedentes de políticos que fueron casi llaneros solitarios en el Congreso y sin embargo doblegaron congresos enteros para derogar leyes malas y establecer leyes justas, como el gran William Wilberforce que forzó la abolición de la esclavitud, antes que los mismos Estados Unidos. ¿Lo hubiera logrado desde afuera? No.

Así que aprender de verdadera política haría que la influencia del movimiento pro-vida ascendiera a un nivel de impacto no visto antes, pues pasaría de ser oposición a creadora de leyes justas y derogadora de leyes malas, estrictamente hablando. Ya hay iniciativas en nuestras naciones. Únete en tu país, escríbenos para aprender y desaprender, y sumar fuerzas.
Rey Cortez.
Presidente del Partido Valores.

